DANZA CLÁSICA
Definición de Danza Clásica
La danza clásica, también conocida como ballet, es un tipo de danza que cuenta con distintas técnicas y movimientos específicos. Ballet es, además, el nombre que permite hacer referencia a la pieza musical compuesta para ser interpretada a través de la danza.
Danza clásica
Esta danza surgió durante el Renacimiento, cuando las bodas y los eventos aristocráticos eran celebrados con bailarines de la corte que mostraban sus destrezas. Con el paso del tiempo, los movimientos y los pasos fueron perfeccionándose.
Además de ello también hay que destacar que fue en Francia y concretamente durante la etapa del reinado de Luis XIV cuando se llevó a cabo la profesionalización de la danza clásica. Así unos cuantos años después, en la segunda mitad del siglo XVII, fue cuando abrió sus puertas la que está considerada como la primera escuela de danza clásica. Nos estamos refiriendo a la Académie Royale de la danse.
El ballet puede constituir una pieza autónoma o ser intercalado dentro de una ópera o de una obra de teatro. Entre los distintos tipos de danzas clásicas pueden mencionarse al ballet cortesano, el ballet romántico y el ballet de acción.
El ballet cortesano es aquel que nace en Francia a finales del siglo XVI y, como su propio nombre indica, surge en el entorno de lo que es la corte. Bailarines profesionales, cortesanos y también los propios miembros de la familia real son los que llevan a cabo dicha danza clásica. Entre las obras más características de este tipo de danza se encuentra, por ejemplo, la que lleva por título “Ballet des Polonais”.
El ballet romántico, por su parte, podemos establecer que es aquel que nace en los primeros compases del siglo XIX y estuvo en vigor hasta el año 1850. Entre las obras más características del mismo se halla “La Sílfide”.
Y finalmente está el citado ballet de acción que nació en el siglo XVIII y que se identifica fundamentalmente por el hecho de que mezcla pantomima y danza.
La danza clásica exige una importante concentración del bailarín, quien debe ejecutar movimientos corporales con mucha precisión y coordinación. El entrenamiento es imprescindible ya que muchas de las formas del ballet requieren de elasticidad y fortaleza.
El vestuario ocupa un rol fundamental en la danza clásica. Los bailarines utilizan ropa adherida al cuerpo para que sus movimientos puedan apreciarse con mayor facilidad. Se conoce como puntas de ballet a unas zapatillas especiales con puntas de yeso o cartón: esto permite que la bailarina pueda sostener todo el peso de cuerpo con la punta de los pies.
Esta práctica, de todas maneras, es riesgosa ya que se necesita una gran fuerza en las piernas y puede causar desgarros o hasta fracturas. La utilización de las puntas de ballet, por otra parte, puede ser muy dolorosa.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el citar a algunos de los mejores representantes de la danza clásica de todos los tiempos. En este caso, tendríamos que hacer referencia a Vaslav Nijinski, Anna Pavlova, Rudolf Nurejev, Mikhail Baryshnikov, Julio Bocca, Natalia Makarova…
Características de la danza clásica
La técnica del ballet tiene cierta complejidad, pues requiere mucha disciplina y concentración para lograr el dominio del cuerpo. Exige un entrenamiento constante del ritmo, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad. Aunque se suele aprender a una edad temprana, no es un requisito indispensable, ya que con tesón y ganas, un joven o un adulto que acuda a una academia de baile, puede llegar a interiorizar los pasos y los movimientos.
Para hacer el calentamiento previo se emplean zapatillas de suela muy blanda y adaptable, completa o partida. Una vez que los bailarines han adquirido la condición física adecuada, y tienen cierta experiencia, se pasa al entrenamiento utilizando puntas de ballet. La vestimenta tiene que ser suave, flexible y cómoda, pero sobre todo, algo ajustada para dejar ver a la perfección los movimientos y las posiciones del cuerpo.
Las 5 mejores escuelas de danza clásica del mundo
Academia de Ballet Bolshoi
Esta Academia se encuentra en Rusia y es una de las escuelas más antiguas que existe, con más de 240 años de historia. Sus maestros proceden de la Academia de Moscú para enseñar Ballet Clásico, repertorio, puntas, variaciones, danzas de carácter, danzas históricas y técnica para hombres.
Para entrar se tiene que realizar un examen de selección y no hace falta decir que la admisión en esta escuela es muy complicada.
Algunos de los bailarines más importantes que han salido de la Academia de Ballet Bolshoi son: Maya Plisetskaya, Vladimir Vasiliev, Ekaterina Maximova, Nina Ananiashvili, entre otros muchos.
The Royal Ballet School
The Royal Ballet School se fundó en 1926 en Inglaterra y es uno de los centros más importantes para la formación de ballet clásico.
La formación de un bailarín que accede a esta academia, es de ocho años a tiempo completo. Su exigencia y su técnica se basa en la tradición de las escuelas de ballet clásico y su reputación es muy alta.
De esta escuela han salido bailarines y coreógrafos con renombre a nivel mundial: Margot Fonteyn, Anya Linden, Lynn Seymour, David Wall, Marguerite Porter, entre muchos más.
Vaganova Ballet Academy
Se fundó en 1738 en San Petersburgo, Rusia. Reconocida por su excelencia, esta academia se ha esforzado año tras año a preservar las tradiciones del ballet clásico. Como en todas las escuelas de renombre mundial, es muy complicado conseguir una plaza. Su formación es muy complicada y de entre miles de personas que acceden, menos de 30 completan los ocho años de formación.
Maestros como Marius Petipa, Jules Perrot Enrico Cecchetti han impartido clases en esta escuela. Pepita, como dijimos en el anterior post, creó las tres grandes obras clásicas: Lago de los Cisnes, La Bella Durmiente y Cascanueces.
Escuela de Danza de la Ópera de París
Esta escuela se fundó 25 años antes que la Academia Vaganova. La selección en esta escuela es diferente, los niños de entre 8 y 11 años pasan que quieran acceder a ella, pasan por un programa de entrenamiento de seis meses en el que al final de este se les informa de su resultado.
La formación en esta academia termina a los seis años. Se enseña todo tipo de danza y también ofrece clases de música, teatro, historia de la danza entre otros muchos estudios.
Manuel Legris, Monique Loudières, Aurélie Dupont o Laurent Hillaire son algunos de los bailarines con renombre que han salido de esta prestigiosa escuela.
The School of American Ballet
Fundada en 1934 por George Balanchine y Lincoln Kirstein, esta escuela está asociada a The New York City Ballet.
Cuenta con un programa de estudios general y también ofrece cursos en invierno y verano. Esta escuela ofrece becas a jóvenes talentos premiados por el jurado del concurso internacional de Lausanne, en Suiza.
Algunos de los nombres más conocidos: Julie Kent y Gelsey Kirkland.
"Todo en el Universo tiene ritmo. todo danza." Maya Angelou
La danza ha acompañado a la humanidad desde que los primeros habitantes del planeta tuvieron la necesidad de expresar con su cuerpo su relación con las fuerzas del universo, en las danzas rituales por ejemplo el cuerpo cumple con una función mística a partir del movimiento.
El cuerpo habla con su propio lenguaje, generando una interacción social a través de las extremidades, pero durante la danza esa pasión se desborda rompiendo los límites, abandona el cuerpo y llega hasta el alma del espectador. La danza es elegancia, libertad, la búsqueda constante de la sincronía y el equilibrio que nos permita relacionarnos con nuestra más íntima naturaleza expresiva.
Los bailarines en el escenario se transforman en misterios, personajes fuera del mundo terrenal que parecen elevarse en el aire rozando la música con sus pies y manos, la pasión y la técnica expresan lo que las palabras no consiguen decir, es por ello un arte que comunica. Bailar es disfrutar ser uno mismo, gozar la presencia y el movimiento siendo conscientes de que somos más que un cuerpo. Durante ese instante tú eres la danza, tú eres la música.
Cuando la danza se convierte en la musa de inspiración para los artistas visuales, sus pinceles y pasteles plasman la efímera e inmaterial esencia de un arte escénica en lienzos y fotografías. Los artistas que se presentan a continuación son conocidos en la historia del arte por haber creado obras de arte en las que se fusiona el movimiento puro con la inmortalización del instante.
Edgar Degas
Degas es considerado uno de los padres del impresionismo por el manejo de la luz en sus obras, aunque él se definía como un realista que plasmaba las costumbres y pasatiempos de la vida parisina. Así conoció el ballet, por ser la disciplina artística que las mujeres de su sociedad practicaban casi como tradición desde su florecimiento en la corte de Francia durante el reinado de Luis XIV. Degas, cautivado por este mundo de disciplina, zapatillas y salones de espejos, plasmó la delicadeza del ballet con sus colores pasteles; todo el universo de esta danza clásica está presente en su obra pictórica y escultórica, desde los ensayos hasta la magia de estar en el escenario.
La danza, inspiración para las artes visuales
ARTE
"Todo en el Universo tiene ritmo. todo danza." Maya Angelou
La danza ha acompañado a la humanidad desde que los primeros habitantes del planeta tuvieron la necesidad de expresar con su cuerpo su relación con las fuerzas del universo, en las danzas rituales por ejemplo el cuerpo cumple con una función mística a partir del movimiento.
El cuerpo habla con su propio lenguaje, generando una interacción social a través de las extremidades, pero durante la danza esa pasión se desborda rompiendo los límites, abandona el cuerpo y llega hasta el alma del espectador. La danza es elegancia, libertad, la búsqueda constante de la sincronía y el equilibrio que nos permita relacionarnos con nuestra más íntima naturaleza expresiva.
Los bailarines en el escenario se transforman en misterios, personajes fuera del mundo terrenal que parecen elevarse en el aire rozando la música con sus pies y manos, la pasión y la técnica expresan lo que las palabras no consiguen decir, es por ello un arte que comunica. Bailar es disfrutar ser uno mismo, gozar la presencia y el movimiento siendo conscientes de que somos más que un cuerpo. Durante ese instante tú eres la danza, tú eres la música.
Cuando la danza se convierte en la musa de inspiración para los artistas visuales, sus pinceles y pasteles plasman la efímera e inmaterial esencia de un arte escénica en lienzos y fotografías. Los artistas que se presentan a continuación son conocidos en la historia del arte por haber creado obras de arte en las que se fusiona el movimiento puro con la inmortalización del instante.
Edgar Degas
Degas es considerado uno de los padres del impresionismo por el manejo de la luz en sus obras, aunque él se definía como un realista que plasmaba las costumbres y pasatiempos de la vida parisina. Así conoció el ballet, por ser la disciplina artística que las mujeres de su sociedad practicaban casi como tradición desde su florecimiento en la corte de Francia durante el reinado de Luis XIV. Degas, cautivado por este mundo de disciplina, zapatillas y salones de espejos, plasmó la delicadeza del ballet con sus colores pasteles; todo el universo de esta danza clásica está presente en su obra pictórica y escultórica, desde los ensayos hasta la magia de estar en el escenario.
Henri de Toulouse- Lautrec
Su trabajo en las artes visuales nació de la observación en los burdeles y tabernas de la vida nocturna en París durante el siglo XIX. Toulouse- Lautrec convivió con las bailarinas de can can del popular "Moulin Rouge", donde retrató también a las estrellas de los espectáculos de cabaret en los carteles que anunciaban la vida bohemia de cada noche. Su estética posimpresionista captura la sensualidad y lo prohibido de las danzas de cabaret.
Auguste Rodin
El dibujante es su faceta menos conocida y explorada del famoso escultor quien después de sus sesenta años realizaba al menos un dibujo al día concentrándose en los estudios de representación del movimiento en la silueta expresiva de sus trazos. Su estética retomaba las formas primitivas con acuarelas y tinta, su inspiración fue la danzas y la cultura oriental a raíz de que conoció a la bailarina japonesa Hanako, quien fue su modelo durante muchos años. Pero sobre todo, su creación cambió después de que observó a un grupo de bailarinas camboyanas, hecho que a sus ojos resultó místico y de un expresionismo único y visceral.
Gino Severini
Severini fue un pintor italiano, al ser un pilar del futurismo le apasionaba la búsqueda de la belleza en la velocidad. Los movimientos de las bailarinas se convirtieron en una de sus fuentes de inspiración por la fuerza que desbordaba cada uno de sus movimientos, la energía del baile y la turbulencia que dejaban a su paso. En sus obras es notoria la influencia de la abstracción cubista de las formas para expresar los compases y el ritmo de la danza. Su interés por el mundo del movimiento, el teatro y la vida nocturna quedaron plasmados en obras como "Bailarina en azul", un óleo sobre tela al que agregó lentejuelas, pues la pintura ya no bastaba para representar el brillo y la intensidad de la dinámica propia de una bailarina.
Pablo Picasso
El máximo representante del cubismo también se dejó seducir por la danza, pero no lo hizo de forma realista sino como una metáfora para la pasión desmedida en la obra Las tres bailarinas, que muchos historiadores del arte aseguran que es una referencia al triángulo amoroso que Picasso descubrió entre su esposa, la bailarina rusa Olga Koklova, un pintor amigo del cubista y el propio pintor. Otra versión afirma que en Las bailarinas, Picasso retrató los monstruos femeninos que terminan con la libertad de los hombres.
Pierre Elie de Pibrac
A través de sus series fotográficas, este artista francés contempla el universo de la danza desde diferentes perspectivas. En su serie: Catarsis, captura la energía que los bailarines contagian en los espacios donde se desenvuelven, revela con una imagen los colores de las emociones y sentimientos que la danza libera en el escenario, lo que no es visible normalmente ante la cámara y el público, y derrama esa fuerza que asemeja un aura, el aura de danzar.
Pierre Elie de Pibrac explora el poder del ballet con ángulos diferentes, aprovechando las posibilidades que la fotografía otorga a su genio creativo. En Analogia abordó la relación entre los bailarines y los espacios donde se desenvuelven, enfatizando la belleza de las construcciones como el escenario de la danza más allá del telón. La fragilidad de los danzantes es puesta en duda al observarlos desafiar e invadir la arquitectura y los interiores del teatro, como presencias congeladas en el tiempo.
La danza clásica, también conocida como ballet, es un tipo de danza que cuenta con distintas técnicas y movimientos específicos. Ballet es, además, el nombre que permite hacer referencia a la pieza musical compuesta para ser interpretada a través de la danza.
Danza clásica
Esta danza surgió durante el Renacimiento, cuando las bodas y los eventos aristocráticos eran celebrados con bailarines de la corte que mostraban sus destrezas. Con el paso del tiempo, los movimientos y los pasos fueron perfeccionándose.
Además de ello también hay que destacar que fue en Francia y concretamente durante la etapa del reinado de Luis XIV cuando se llevó a cabo la profesionalización de la danza clásica. Así unos cuantos años después, en la segunda mitad del siglo XVII, fue cuando abrió sus puertas la que está considerada como la primera escuela de danza clásica. Nos estamos refiriendo a la Académie Royale de la danse.
El ballet puede constituir una pieza autónoma o ser intercalado dentro de una ópera o de una obra de teatro. Entre los distintos tipos de danzas clásicas pueden mencionarse al ballet cortesano, el ballet romántico y el ballet de acción.
El ballet cortesano es aquel que nace en Francia a finales del siglo XVI y, como su propio nombre indica, surge en el entorno de lo que es la corte. Bailarines profesionales, cortesanos y también los propios miembros de la familia real son los que llevan a cabo dicha danza clásica. Entre las obras más características de este tipo de danza se encuentra, por ejemplo, la que lleva por título “Ballet des Polonais”.
El ballet romántico, por su parte, podemos establecer que es aquel que nace en los primeros compases del siglo XIX y estuvo en vigor hasta el año 1850. Entre las obras más características del mismo se halla “La Sílfide”.
Y finalmente está el citado ballet de acción que nació en el siglo XVIII y que se identifica fundamentalmente por el hecho de que mezcla pantomima y danza.
La danza clásica exige una importante concentración del bailarín, quien debe ejecutar movimientos corporales con mucha precisión y coordinación. El entrenamiento es imprescindible ya que muchas de las formas del ballet requieren de elasticidad y fortaleza.
El vestuario ocupa un rol fundamental en la danza clásica. Los bailarines utilizan ropa adherida al cuerpo para que sus movimientos puedan apreciarse con mayor facilidad. Se conoce como puntas de ballet a unas zapatillas especiales con puntas de yeso o cartón: esto permite que la bailarina pueda sostener todo el peso de cuerpo con la punta de los pies.
Esta práctica, de todas maneras, es riesgosa ya que se necesita una gran fuerza en las piernas y puede causar desgarros o hasta fracturas. La utilización de las puntas de ballet, por otra parte, puede ser muy dolorosa.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el citar a algunos de los mejores representantes de la danza clásica de todos los tiempos. En este caso, tendríamos que hacer referencia a Vaslav Nijinski, Anna Pavlova, Rudolf Nurejev, Mikhail Baryshnikov, Julio Bocca, Natalia Makarova…
Características de la danza clásica
La técnica del ballet tiene cierta complejidad, pues requiere mucha disciplina y concentración para lograr el dominio del cuerpo. Exige un entrenamiento constante del ritmo, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad. Aunque se suele aprender a una edad temprana, no es un requisito indispensable, ya que con tesón y ganas, un joven o un adulto que acuda a una academia de baile, puede llegar a interiorizar los pasos y los movimientos.
Para hacer el calentamiento previo se emplean zapatillas de suela muy blanda y adaptable, completa o partida. Una vez que los bailarines han adquirido la condición física adecuada, y tienen cierta experiencia, se pasa al entrenamiento utilizando puntas de ballet. La vestimenta tiene que ser suave, flexible y cómoda, pero sobre todo, algo ajustada para dejar ver a la perfección los movimientos y las posiciones del cuerpo.
Las 5 mejores escuelas de danza clásica del mundo
Academia de Ballet Bolshoi
Esta Academia se encuentra en Rusia y es una de las escuelas más antiguas que existe, con más de 240 años de historia. Sus maestros proceden de la Academia de Moscú para enseñar Ballet Clásico, repertorio, puntas, variaciones, danzas de carácter, danzas históricas y técnica para hombres.
Para entrar se tiene que realizar un examen de selección y no hace falta decir que la admisión en esta escuela es muy complicada.
Algunos de los bailarines más importantes que han salido de la Academia de Ballet Bolshoi son: Maya Plisetskaya, Vladimir Vasiliev, Ekaterina Maximova, Nina Ananiashvili, entre otros muchos.
The Royal Ballet School
The Royal Ballet School se fundó en 1926 en Inglaterra y es uno de los centros más importantes para la formación de ballet clásico.
La formación de un bailarín que accede a esta academia, es de ocho años a tiempo completo. Su exigencia y su técnica se basa en la tradición de las escuelas de ballet clásico y su reputación es muy alta.
De esta escuela han salido bailarines y coreógrafos con renombre a nivel mundial: Margot Fonteyn, Anya Linden, Lynn Seymour, David Wall, Marguerite Porter, entre muchos más.
Vaganova Ballet Academy
Se fundó en 1738 en San Petersburgo, Rusia. Reconocida por su excelencia, esta academia se ha esforzado año tras año a preservar las tradiciones del ballet clásico. Como en todas las escuelas de renombre mundial, es muy complicado conseguir una plaza. Su formación es muy complicada y de entre miles de personas que acceden, menos de 30 completan los ocho años de formación.
Maestros como Marius Petipa, Jules Perrot Enrico Cecchetti han impartido clases en esta escuela. Pepita, como dijimos en el anterior post, creó las tres grandes obras clásicas: Lago de los Cisnes, La Bella Durmiente y Cascanueces.
Escuela de Danza de la Ópera de París
Esta escuela se fundó 25 años antes que la Academia Vaganova. La selección en esta escuela es diferente, los niños de entre 8 y 11 años pasan que quieran acceder a ella, pasan por un programa de entrenamiento de seis meses en el que al final de este se les informa de su resultado.
La formación en esta academia termina a los seis años. Se enseña todo tipo de danza y también ofrece clases de música, teatro, historia de la danza entre otros muchos estudios.
Manuel Legris, Monique Loudières, Aurélie Dupont o Laurent Hillaire son algunos de los bailarines con renombre que han salido de esta prestigiosa escuela.
The School of American Ballet
Fundada en 1934 por George Balanchine y Lincoln Kirstein, esta escuela está asociada a The New York City Ballet.
Cuenta con un programa de estudios general y también ofrece cursos en invierno y verano. Esta escuela ofrece becas a jóvenes talentos premiados por el jurado del concurso internacional de Lausanne, en Suiza.
Algunos de los nombres más conocidos: Julie Kent y Gelsey Kirkland.
"Todo en el Universo tiene ritmo. todo danza." Maya Angelou
La danza ha acompañado a la humanidad desde que los primeros habitantes del planeta tuvieron la necesidad de expresar con su cuerpo su relación con las fuerzas del universo, en las danzas rituales por ejemplo el cuerpo cumple con una función mística a partir del movimiento.
El cuerpo habla con su propio lenguaje, generando una interacción social a través de las extremidades, pero durante la danza esa pasión se desborda rompiendo los límites, abandona el cuerpo y llega hasta el alma del espectador. La danza es elegancia, libertad, la búsqueda constante de la sincronía y el equilibrio que nos permita relacionarnos con nuestra más íntima naturaleza expresiva.
Los bailarines en el escenario se transforman en misterios, personajes fuera del mundo terrenal que parecen elevarse en el aire rozando la música con sus pies y manos, la pasión y la técnica expresan lo que las palabras no consiguen decir, es por ello un arte que comunica. Bailar es disfrutar ser uno mismo, gozar la presencia y el movimiento siendo conscientes de que somos más que un cuerpo. Durante ese instante tú eres la danza, tú eres la música.
Cuando la danza se convierte en la musa de inspiración para los artistas visuales, sus pinceles y pasteles plasman la efímera e inmaterial esencia de un arte escénica en lienzos y fotografías. Los artistas que se presentan a continuación son conocidos en la historia del arte por haber creado obras de arte en las que se fusiona el movimiento puro con la inmortalización del instante.
Edgar Degas
Degas es considerado uno de los padres del impresionismo por el manejo de la luz en sus obras, aunque él se definía como un realista que plasmaba las costumbres y pasatiempos de la vida parisina. Así conoció el ballet, por ser la disciplina artística que las mujeres de su sociedad practicaban casi como tradición desde su florecimiento en la corte de Francia durante el reinado de Luis XIV. Degas, cautivado por este mundo de disciplina, zapatillas y salones de espejos, plasmó la delicadeza del ballet con sus colores pasteles; todo el universo de esta danza clásica está presente en su obra pictórica y escultórica, desde los ensayos hasta la magia de estar en el escenario.
La danza, inspiración para las artes visuales
ARTE
"Todo en el Universo tiene ritmo. todo danza." Maya Angelou
La danza ha acompañado a la humanidad desde que los primeros habitantes del planeta tuvieron la necesidad de expresar con su cuerpo su relación con las fuerzas del universo, en las danzas rituales por ejemplo el cuerpo cumple con una función mística a partir del movimiento.
El cuerpo habla con su propio lenguaje, generando una interacción social a través de las extremidades, pero durante la danza esa pasión se desborda rompiendo los límites, abandona el cuerpo y llega hasta el alma del espectador. La danza es elegancia, libertad, la búsqueda constante de la sincronía y el equilibrio que nos permita relacionarnos con nuestra más íntima naturaleza expresiva.
Los bailarines en el escenario se transforman en misterios, personajes fuera del mundo terrenal que parecen elevarse en el aire rozando la música con sus pies y manos, la pasión y la técnica expresan lo que las palabras no consiguen decir, es por ello un arte que comunica. Bailar es disfrutar ser uno mismo, gozar la presencia y el movimiento siendo conscientes de que somos más que un cuerpo. Durante ese instante tú eres la danza, tú eres la música.
Cuando la danza se convierte en la musa de inspiración para los artistas visuales, sus pinceles y pasteles plasman la efímera e inmaterial esencia de un arte escénica en lienzos y fotografías. Los artistas que se presentan a continuación son conocidos en la historia del arte por haber creado obras de arte en las que se fusiona el movimiento puro con la inmortalización del instante.
Edgar Degas
Degas es considerado uno de los padres del impresionismo por el manejo de la luz en sus obras, aunque él se definía como un realista que plasmaba las costumbres y pasatiempos de la vida parisina. Así conoció el ballet, por ser la disciplina artística que las mujeres de su sociedad practicaban casi como tradición desde su florecimiento en la corte de Francia durante el reinado de Luis XIV. Degas, cautivado por este mundo de disciplina, zapatillas y salones de espejos, plasmó la delicadeza del ballet con sus colores pasteles; todo el universo de esta danza clásica está presente en su obra pictórica y escultórica, desde los ensayos hasta la magia de estar en el escenario.
Henri de Toulouse- Lautrec
Su trabajo en las artes visuales nació de la observación en los burdeles y tabernas de la vida nocturna en París durante el siglo XIX. Toulouse- Lautrec convivió con las bailarinas de can can del popular "Moulin Rouge", donde retrató también a las estrellas de los espectáculos de cabaret en los carteles que anunciaban la vida bohemia de cada noche. Su estética posimpresionista captura la sensualidad y lo prohibido de las danzas de cabaret.
Auguste Rodin
El dibujante es su faceta menos conocida y explorada del famoso escultor quien después de sus sesenta años realizaba al menos un dibujo al día concentrándose en los estudios de representación del movimiento en la silueta expresiva de sus trazos. Su estética retomaba las formas primitivas con acuarelas y tinta, su inspiración fue la danzas y la cultura oriental a raíz de que conoció a la bailarina japonesa Hanako, quien fue su modelo durante muchos años. Pero sobre todo, su creación cambió después de que observó a un grupo de bailarinas camboyanas, hecho que a sus ojos resultó místico y de un expresionismo único y visceral.
Severini fue un pintor italiano, al ser un pilar del futurismo le apasionaba la búsqueda de la belleza en la velocidad. Los movimientos de las bailarinas se convirtieron en una de sus fuentes de inspiración por la fuerza que desbordaba cada uno de sus movimientos, la energía del baile y la turbulencia que dejaban a su paso. En sus obras es notoria la influencia de la abstracción cubista de las formas para expresar los compases y el ritmo de la danza. Su interés por el mundo del movimiento, el teatro y la vida nocturna quedaron plasmados en obras como "Bailarina en azul", un óleo sobre tela al que agregó lentejuelas, pues la pintura ya no bastaba para representar el brillo y la intensidad de la dinámica propia de una bailarina.
Pablo Picasso
El máximo representante del cubismo también se dejó seducir por la danza, pero no lo hizo de forma realista sino como una metáfora para la pasión desmedida en la obra Las tres bailarinas, que muchos historiadores del arte aseguran que es una referencia al triángulo amoroso que Picasso descubrió entre su esposa, la bailarina rusa Olga Koklova, un pintor amigo del cubista y el propio pintor. Otra versión afirma que en Las bailarinas, Picasso retrató los monstruos femeninos que terminan con la libertad de los hombres.
Pierre Elie de Pibrac
A través de sus series fotográficas, este artista francés contempla el universo de la danza desde diferentes perspectivas. En su serie: Catarsis, captura la energía que los bailarines contagian en los espacios donde se desenvuelven, revela con una imagen los colores de las emociones y sentimientos que la danza libera en el escenario, lo que no es visible normalmente ante la cámara y el público, y derrama esa fuerza que asemeja un aura, el aura de danzar.
Pierre Elie de Pibrac explora el poder del ballet con ángulos diferentes, aprovechando las posibilidades que la fotografía otorga a su genio creativo. En Analogia abordó la relación entre los bailarines y los espacios donde se desenvuelven, enfatizando la belleza de las construcciones como el escenario de la danza más allá del telón. La fragilidad de los danzantes es puesta en duda al observarlos desafiar e invadir la arquitectura y los interiores del teatro, como presencias congeladas en el tiempo.
Su lente nos da acceso también al mundo que se esconde tras bambalinas, los camerinos donde la transformación late en cada uno de los personajes. Durante un año se dedicó a fotografiar los ensayos del Ballet de la Ópera de París para crear la serie Confidences, testigo del dolor, la fuerza y la disciplina que exige dominar el cuerpo y la mente.
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